Thursday, January 14, 2016

Errores

Estoy seguro que siempre presentimos cuando estamos a punto de cometer un error, mientras más grande más se siente, pero es esa sensación la que con más fuerza nos lleva a cometerlo. Así luego tengas un agujero más en tu pecho.

Eso pasaba por la mente del detective James McLoud, mientras aun observaba incrédulo, el cañón humeante de su propia arma, casi podía ver la siguiente bala al fondo, esperando a incrustarse en su pecho y tal vez matarlo.

Haciendo un gran esfuerzo por mirar un poco más arriba los bellos y asustados ojos de la chica. En su mirada se veía que no era la primera vez que veía un herido (o un muerto), pero era la primera que disparaba a matar, siempre era la misma mirada.

Y todo era culpa de él, lo supo desde que la puerta de su oficina se abrió: él mientras trataba de vaciar en un vaso, las últimas gotas de Jack Daniels que le quedaban en una vieja botella.

No se fijo en ella, hasta que hubo dicho: discúlpeme si no le ofrezco un trago, pero no me encuentro en una buena situación actualmente - y después se llevo el vaso a la boca, vaciándolo de un trago.

-Digame señorita en que le puedo... - en ese momento él se dio cuenta de que no era cualquier chica, su belleza se veía sólo en sus ojos, pues iba vestida con un grueso abrigo de imitación de piel - ... ayudar.

Venganza - Dijo ella, en un suave murmullo que sin embargo heló todo en el cuarto.

Al detective McLoud le tomo un momento recuperarse de la frialdad de las palabras de la chica, que sin duda habrían causado un gran shock a cualquiera que no hubiera visto tantas cosas como el detective.

-Disculpe, creo que no le entendí.

-Quiero que me ayude a vengarme de alguien - dijo ella, con las misma suave y dulce voz, pero en un tono de profunda tristeza, sólo una parte del de unos momentos antes.

-Bueno, yo la puedo ayudar a encontrarlo, pero algo más; mi política siempre ha sido: "no metas tus balas en muertos ajenos", aunque siempre hay excepciones, con los incentivos correctos, si me entiende.

-Encontrarlo no sera ningún problema, yo misma lo habría hecho hace rato, y no se preocupe por lo demás, sólo venga ahora mismo conmigo.

Ella se incorporo y dejo caer sobre la mesa un grueso fajo de billetes, que no era necesario contar, pues sólo verlo indicaba que era una gran suma de dinero.

El detective pareció dudar durante unos segundos, aunque en realidad se encontraba tratando hacer a sus músculos reaccionar, y se incorporo siguiendo a la chica por la puerta.

Tomaron un taxi al bar Turkish Nightmare en el centro de la ciudad (donde entrar era un suicidio a menos que en tus pantalones tuvieras al menos una calibre .38 y los cojones para dispararla).

Se sentaron en una mese en una esquina y pidieron, escoces doble para él y margarita para ella, y continuaron el incomodo silencio que había surgido desde que habían salido de la oficina.

Finalmente el detective McLoud, con un poco más de licor en la sangre, se atrevió a preguntar: No vine hasta este antro a verla tomar su cóctel, señorita, aunque he de admitir que no me molesta para nada, si fuera una de las chicas que frecuenta este lugar, (y yo tuviera el dinero, lo cual es poco probable) seguro que ya estaríamos en algún motel cercano.

-No se preocupe detective, no lo haré esperar mucho tiempo, pero no se impaciente, antes de que suba el telón todo el escenario debe estar preparado, eso es lo que estamos haciendo en ese momento.

-No me hable de telones o escenarios, yo sólo fui algunas veces al teatro de marionetas callejero, y he de decir que no fueron experiencias agradables, siendo más pequeño que la mayoría de los chicos. Aunque tal vez es por eso que aún sigo vivo y ellos no.

-Que cruel, detective, pero por favor, observe, como todos se mueven apresurados a sus marcas, aquel sentimental de la barra acabando trago tras trago y a punto de echarse a llorar, y los picaros detrás de él cual buitres, no saben que no verán el día de mañana, y aquella camarera, guardando celosamente su virginidad para su novio, que seguramente la tratara como a un trapo sucio después, me sorprende que aún los amemos a ustedes y no los usemos sólo para reproducirnos.

El detective tragó fuerte después del último comentario, pero se quedo callado a pesar de que su orgullo se sentía bastante herido, él nunca se había atrevido a maltratar a una mujer, a menos que fuera por asuntos de negocios.

La chica acabó su bebida y se levanto de la mesa, el detective apuro la suya y la siguió al baño, donde ella se detuvo frente al espejo que cubría la pared sobre los lavamanos (vestigio de la elegancia que alguna vez había tenido el local), de repente se echo entre los brazos del detective abrazándolo y acariciándolo.

Él la empezó a acariciar también y cuando sus bocas estaban a punto de darse un beso, ella retrocedió bruscamente y un el sonido de un disparo se impuso durante un momento sobre el ruido del bar, mientras el detective McLoud sentía como la bala de plomo atravesaba sus entrañas.

Su cuerpo lucho por mantenerse de pie con las pocas fuerzas que le quedaban, pero pronto cayo de rodillas derrotado. El detective vio como la sangre manaba de su vientre, levanto la mirada y vio las delgadas y bellas piernas de la chica, levanto un poco más la mirada, y vio el cañón de su arma, aún humeante...

Una historia (sin título)

- Mierda, se ha vuelto a romper - me dije cuando vi mi guitarra al otro día. Por el cuerpo de la pobre se veían descender lentamente sendos lagrimones de tristeza - no volveré a traer amigos borrachos para que la manoseen indecentemente.

Sin embargo ese no era el mayor problema que tenía esa mañana, pues la nevera y la estufa se habían vuelto a pelear, y gracias a eso no quedaba ni un huevo de avestruz intacto en la nevera, aunque hubiera dado igual, ya que la estufa se había marchado a la casa de su madre, pero ya tendría tiempo de llamarla después y convencerla de que volviera.

Así que saqué un poco del pan que no se había mojado con las lágrimas de la nevera, y me ice un sándwich con algunas cosas. Pero cuando pensé que ya me podría sentar tranquilo a comer, llamaron a la puerta.

Me levanté bastante molesto, enojo que aumentaba al comprobar la horrible condición en que había quedado mi apartamento, y cuando llegue a la puerta estaba a punto de abrirla sólo para tirársela en la cara al que fuera.

Pero me contuve apenas la abrí, ahí estaba un pobre hombre, pequeñajo, andrajoso y con una cara demacrada, que inmediatamente me hizo olvidar mi enojo.

-Disculpe, me apena mucho pedírselo, pero sería posible tirarme por una ventana, es que verá, la cabina de suicidios de abajo está estropeada, y tengo prisa - dijo el pequeño hombre con voz nerviosa y entrecortada - Si esta ocupada, err, ocupado, no se moleste, puede esperar, disculpe la molestia.

Y cuando ya se iba a marchar, después de pedir muchas veces disculpas y decir lo avergonzado que estaba, le pude hacer entender que no había problema.

Lo hice pasar y lo guié hacía la cocina (el único con lugar con ventana verdadera en el pequeño apartamento), mientras llegábamos al final del pasillo note como el hombre se encogía más, por su vergüenza al serle imposible no observar el desorden en que estaba mi apartamento.

El hombre de veras necesitaba suicidarse, sin embargo no quería tener problemas con los de las hamburguesas, así que hice la pregunta de rigor:
- No pudiste conseguir un hueso de gato negro.

- ¿Perdón? - respondió el pobre tipo con cara de confusión.

- Tu sabes, un mojo - le dije, sin embargo en su cara siguió la misma expresión de confusión - vale, no importa, sigue.

Esa pregunta se hacía por dos razones, una era porque estaba terminadamente prohibido que un bluesman se suicidara, y la otra era para no darle mala publicidad a estos amuletos y la magia voodoo, que aunque rara vez fallaba, últimamente, desde el traslado de su producción a China, no era tan efectiva (aunque principalmente se trataba de problemas de acabados).

Cuando ambos entramos a la cocina pensé en darle mi sándwich como última cena, pero finalmente razoné que si se lo ofrecía el tipo moriría inmediatamente de vergüenza, y no quería tener el problema de llevarlo al vertedero de cuerpos, así que finalmente sólo le indiqué la ventana, por la que intentó pasar sin éxito, así que lo ayude a subir.

Y mientras su pequeño cuerpo caía al la calle, noté que la cabina de suicidios abajo estaba destrozada, seguro que por nuestra culpa, sentí como me volvía la rabia al momento, los vecinos habíamos pasado por mucho para llegar a que finalmente la pusieran y ahora...

Me aparté de la ventana y volví a mi sándwich, y mientras lo comía sin mucho interés por lo que contenía, me fije en el reloj de pared, en el que justo estaba pasando la hora (aunque quien sabe por cuanto, ya que ese servicio subía cada vez más el precio, mientras lo desmejoraban, pero así eran las empresas de servicios públicos)...

Diez pequeñisimos cuentos navideños

Variaciones a El dinosaurio de Augusto Monterroso.

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

1. Cuando despertó, el Niño Dios estaba allí.

2. Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba borracho.

3. Cuando despertó, el dinosaurio cantó villancicos.

4. Cuando despertó, la Gibson les paul estaba allí.

5. Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

6. Cuando los pastores llegaron al pesebre, el dinosaurio también estaba allí.

7. Cuando despertó, Helio todavía estaba allí.

8. Cuando despertó, el ángel todavía estaba allí.

9. Antes de dormir, el dinosaurio cantó Noche de paz.

10. Cuando despertó, ya era navidad.

Feliz navidad.

Viaje a las grandes profundidades de la Luna

Aquellas ninfas que volaban sobre el agua aquella noche de verano, fueron las que la invitaron a sumergirse en el reflejo de la luna llena.

Desde el borde del pequeño lago el agua se veía cristalina, pero ahora, nadando a toda velocidad halada por las ninfas, apenas y podía ver el misterioso brillo que tanto había maravillado a la humanidad.

Sin embargo se sentía segura de que muy pronto se encontraría en la superficie del reino de Selene.

Mientras pensaba en su vida, en todos los besos que le habían robado a la luz de aquella luna llena, aquellos otoños prematuros que había sufrido en su corta vida.

Aquel horrible invierno en que la luna se fue con él, su verdadero primer amor. Todavía en sus rostro se veía las huellas causadas por sus lagrimas al congelarse sobre sus mejillas, y aún no recuperaba del todo su antiguo tono de piel, por mucho que se trataba de broncear.

Sin embargo ahí estaba, dirigiéndose a la luna, sabía que allá no le esperaba él, ni nada conocido, pero por primera vez en su vida tenía un sentimiento de tranquilidad en su pecho.

Y este sentimiento se hacía cada vez mayor, a medida que se acercaba cada vez más. Desplazaba las tristezas de los verdaderos amores.

Y el brillo blanco se esparció desde su pecho a todo su cuerpo, y cuando llego a la luna, era una selenita más, gozando, sufriendo, durmiendo y viviendo una nueva vida.

Thursday, July 22, 2010

Lluvia y balas

Y me pregunto a que sabe el plomo cuando está mojado.
Si las balas mojadas se sienten más frías.
Si es más triste morir bajo la lluvia.

Tendrá algún sentido la lluvia.
Tendrá algún sentido el agua.
Si la vida que se supone que preservan
Es tomada a cada segundo por las balas.

Porque las balas no tienen sentido.
No tiene sentido vivir si no vas a respetar la vida del otro.
No tiene sentido morir si no viviste a plenitud.

Al final, qué tiene sentido?

Tuesday, May 05, 2009

Con qué sueñan los angeles

Quisiera saber con qué sueñan los ángeles
También me gustaría saber cómo se peinan las nubes
Y cómo es posible que haya mil auroras en un día por culpa de tus ojos
Y qué alegrías merecen tu sonrisa

Pues eres muy especial.

(ah, no me hagan caso (miren la hora que es)

Tuesday, March 24, 2009

Me gustaria...

Me gustaría ser inventor de palabras

Para poder inventar algunas palabras que describieran tu belleza

Las patentaría y cobraría una flor por cada vez que alguien las use

Y así tendría para hacerte el ramo de flores más enorme del mundo.


Me gustaría tener una nave espacial

Para poder ir a la luna y convencerla de que nos ilumine todas las noches

Y así cada noche poder ver tus ojos iluminados por la luna

Y enamorarme cada vez más de ti.


Y me gustaría formar un coro con los pájaros de voces más hermosas

Para cantarte la más bella canción de amor compuesta por mi

Y así escuchar el sonido más hermoso del mundo

Y así escuchar tu risa


Pero no tengo nada de esto

Sólo tengo mi voz para cantarte

Mis ojos para verte

Este y mil poemas para recitarte

Y mi corazón para entregarte.

Tuesday, December 30, 2008

Bye, bye moon...

Que ha pasado con la luna

Aquella luna bajo la cual solíamos jugar

Aquella luna que guardaba nuestros secretos

Aquella luna que nunca traiciono nuestros momentos de tristeza

No la busques en el cielo

No la busques en el mar

No la busques en tus ojos ni en los mios

No la busques más pues no la encontraras

Aunque en lo profundo de nuestros corazones siempre estará

Tuesday, October 24, 2006

A un poema no se le toca ni con el petalo de una rosa

Tan inocente como una pequeña niña
jugando con muñecas
Tan gracil como una hermosa joven
suspirando por su amado
Y sin embargo
Tan serio y profundo como una mujer madura
pensando y reflexionando acerca de su niñez
acerca de su juvetud, y acerca de su inebitable vejez por venir.
Así fue, es y sera nuestro primer poema.

Saturday, August 19, 2006

Broken guitar blues

I have broken my guitar
While my babe stepped away from me
Because she has broke my heart
Broken guitar blues

I met them both in the same store
While looking for a way out
Of my monotous life
It was at love first sight

They fell in love with my music
We escaped this litte town
and began to travel with no where to go

Broken guitar blues
We used to play together
To break other people's hearts
But now she has broken mine
So I've broken my guitar

The most romantic moments
Singing together in bars
Full of drunk cowboys
Going down the road
with no where to go

He roto mi guitarra
Mientras mi chica se aleja de mi
Porque ella me ha roto el corazón
Blues de la guitarra rota

Las conoci a las dos en la misma tienda
Buscando una salida
A mi monotona vida
fue amor a primera vista

Se enamoraron de mi música
Escapamos de este pequeño pueblo
Y empezamos a viajar sin ningún lugar a donde ir

Blues de la guitarra rota
Soliamos tocar juntos
Para romperle el corazón a otras personas
Pero ahora ella ha roto el mio
Así que he roto mi guitarra

Los momentos más romanticos
Tocando juntos en bares
Llenos de vaqueros ebrios
Viajando por la carretera
Sin ningun lugar a donde ir